lunes, 23 de febrero de 2015

23 de Febrero de 2015

Muchas veces pienso que lo se todo. Muchísimas más que no se nada.

No creo en mi misma, porque nunca me he demostrado que valgo la pena.
Posiblemente se deba a que no dejo de cometer errores. Uno tras otro.
Pero lo peor no es eso, lo peor es que hago daño a otras personas. Hacerme daño a mi me da igual, ya me he acostumbrado, pero a otra persona... No, me hunde.


Hace apenas una semana, hice daño a alguien importante. No puedo asegurar que le quisiese como el me quería a mi. Era una relación que nos hacía daño a los dos. Éramos tan incompatibles que nos engañábamos a nosotros mismos para esconderlo.


¿Y ahora qué? Estoy jugando conmigo misma. Dejándome enamorar por alguien que no se fija ni en mi.
¿Enamorar? Tampoco es eso, pero ocupa gran parte de mis pensamientos. Y eso que habremos cruzado dos frases.
Pero es tan diferente a todo lo que me rodea.
Es la chispa que prende la yesca.
Una yesca seca y podrida. Que no sirve para nada. Que me da náuseas.
Por eso me he fijado en el, porque es como yo.
Es un inadaptado. Como yo.


36 preguntas. 
36 preguntas para enamorarte.
Me parecía una tontería, Hasta que las hice con mi mejor amigo. Y es cuando te das cuenta de que no sabes nada sobre alguien, ni de ti mismo.

Ojala lo pudiese hacer con todas las personas cercanas a mi. 36 preguntas y aprendes todo sobre una persona.Sabes cosas que antes no sabías. Cosas que no querías saber.


No hay comentarios:

Publicar un comentario