domingo, 25 de octubre de 2015

25 de Octubre de 2015

Todos los días que nos vemos, cada uno con una copa en la mano, me invitas a tu piso. 
Me invitas a pasar la noche contigo, me invitas a ser feliz. 
Pero siempre he de decir que no. Y tu preguntas porque. La respuesta es muy simple:
Se que en cuanto me metas en tu cama, todo habrá acabado. Porque yo seré eso para ti. Un simple polvo. Una noche loca. Como cualquier otra. Me prometiste las estrellas, me prometiste ser feliz, no marearme, hacerme volver a creer en mi.
Pero se que en cuanto te hagas un hueco entre mis piernas, todas esas promesas se olvidarán. Si todo esto está siendo demasiado complicado sin haberte acostado contigo, imagínate como será esto para mi una vez pase. 
Te olvidarás de mi y solo seré eso: un polvo más que añadir a tu lista. 
tumblr_nfkfpqebM01rizz8go1_500Y yo no quiero solo eso, no contigo. Se que no te conozco apenas, que no se que te da miedo, que cosas te hacen feliz cada día, que esperas del futuro o cuales son tus mayores sueños. Se que no sabemos nada el uno del otro. Se que esto no puede salir bien. Porque la vida es así, si me gustas no te gusto, si te gusto no me gustas, y si nos gustamos no puede ser. Así es la vida. Así de perra es la vida. 
Hay una barrera enorme entre tu y yo. Ya no solo la diferencia de edad, sino lo imposible que va ser que dos personas tan parecidas puedan estar juntas. Porque ninguno de los dos podemos tener tiempo libre, porque nos destrozamos a nosotros mismos. Cada uno a su manera, pero nos destrozamos. Y los dos acabamos igual, uniéndonos un viernes más al alcohol. Bebiendo para olvidarnos de los que se avecina, días sin hacer nada. Días en los que te despiertas con la peor resaca del mundo, arrepintiéndote de haber vuelto a abrir otra botella. Nos pasamos el día en la cama, muriendo poco a poco. Y así comienzan esos horribles días llamados sábado y domingo. Esos días en los que la ansiedad nos puede, esos días en los que el mundo explota con nosotros. 
Por eso te digo que no a ir a tu piso, a hacerte un hueco entre mis piernas. A dejarte hacerme feliz. 
Porque si ya es bastante duro todo esto contigo y una copa, imáginate como sería hacer esto sola con una botella en la mano. 

Lo siento, pero no puedo dejarte hacerme feliz. 
No puedo romperme otra vez, porque esta sería la definitiva. Sería mi sentencia de muerte. 

miércoles, 21 de octubre de 2015

21 de Octubre de 2015

Ya no estoy.
Ya no soy.
Me rompí.
Me rompí del todo. Porque ya no puedo seguir con esto, ya no puedo seguir con esta mierda.
Ya no puedo sonreír más. Ya no me sale.
Lo único que puedo hacer es luchar por no romper a llorar en cualquier momento, con quien sea.

descarga
Estoy harta de tener que ser lo que todo el mundo espera de mi. Todo el mundo espera que sea perfecta. La hija perfecta, la hermana perfecta, la tía perfecta, la amiga perfecta, la estudiante perfecta, la tía perfecta con la que él se acuesta.

 
Y no se da cuentan de que no soy perfecta, de que no puedo serlo y de que no quiero serlo.
Solo quiero vivir la vida que quiero, y no amar la vida que tengo.
Quiero cometer errores y que no se me recrimine una y otra vez.
Quiero que me dejen tranquila. Quiero tener un jodido hombro en el que llorar. O alguien que cuando este en mi peor momento, me abrace y me diga “esto se va a la mierda, pero nos vamos juntos”

Solo quiero que me dejen. Que me dejen ir.
Simplemente me quiero ir

18 de Octubre de 2015

A veces es difícil saber que te va a deparar la vida.
Que va a ser de ti mañana, esta noche o en unas horas.
211278
Nunca sabes si te vas a despertar feliz, o con el mundo quebrado a tus pies.

Nunca sabes si vas a conseguir ser lo que todo el mundo espera de ti. La hija perfecta, la hermana perfecta, la tía perfecta, la estudiante perfecta y un gran largo etcétera.
Todos esperan algo de ti. Todos quieren que hagas las cosas que te gustan. Pero esperan demasiado. Esperan que seas quien ellos quieres que seas y no quien de verdad quieres ser de verdad.
Todo vuelve a ser cuesta arriba. Y no hay nadie para darte la mano y ayudarte a subir. Estas tu sola, en una montaña rocosa llevando chanclas.
Todo es demasiado complicado.
Todo es demasiado difícil

miércoles, 7 de octubre de 2015

7 de octubre de 2015

Perdí todo.
Perdí todo lo que me importaba. ¿Por qué? Porque tiendo a mandar todo a la mierda.
La ansiedad me puede, me controla, me dirige. Soy como una autómata dirigida por una persona cruel, que no te deja ni un minuto de descanso.
Hace que mi mente vaya a mil por hora, sin un segundo de descanso.
Agotamiento continúo, agobio continuo, ansiedad continua.
No se puede luchar, cuanto más intento escapar más me controla.
Hasta llegar al punto en el que exploto, salen las lágrimas solas. Pero eso no es lo peor, lo peor es volver a ver la sangre, las cicatrices, el filo.
Tener que esconderme, taparme, dejar de hacer las cosas que me gustan por el miedo. El miedo que juzguen a una persona que no soy yo.
Miedo a que piensen que la persona que me hace las heridas soy yo, y no esa persona cruel.
Porque nadie conoce a esa persona. No pueden conocerla. Porque ahí vendría la lástima. Los porque te haces eso, ¿no ves que es malo para ti?
Claro que lo veo y lo sé, claro que se que me estoy destruyendo poco a poco. Que estoy acabando con mi vida sin quererlo. ¿O si lo quiero?
¿De verdad me controla una persona cruel? ¿O soy yo esa persona cruel?
No, no soy yo. Es esa puta voz en mi cabeza que me dice: salta a las vías, acaba con todo este sufrimiento. Porque no es solo tuyo, la gente que te quiere sufre por ti, porque cree que estas bien, pero en tus ojos se nota el dolor, el sufrimiento.
Esa voz que me destruye, que me dice lo que no quiero oír. No lo hagas en horizontal, hazlo en vertical y acaba con todo. Ten un final feliz y sin sufrimiento, acaba con todo. Acaba con lo que te hace daño.
Desaparece, hazte invisible para el mundo. Deja ver a las personas lo que estas sufriendo, déjaselo claro así, porque tú no eres capaz de hacerlo. No puedes abrir la puta boca y decir lo que sufres.


lunes, 17 de agosto de 2015

Ya no es lo que era

Hace ya 4 años. 
Hace ya un año que no estas. Hace un año que me dejaste, que te olvidaste de mi. Me cambiaste por otra. 

Éramos inseparables, éramos una. Decíamos todo con una mirada, y decíamos nada con un abrazo. 

Éramos como Chandler y Joey en Friends, como Raj y Howard en The Big bang theory, como Turk y JD de Scrubs, como Carl y Lenny, Poussey y Taystee, John Watson y Sherlock Holmes o como Esposito y Ryan. 
Éramos el dúo perfecto. 
Éramos la combinación más explosiva y más perfecta jamás creada. 

Los días juntas pasaban volando, y cuando estábamos separadas se hacían eterno. 
Éramos el todo y la nada. 
Lo éramos todo la una para la otra.
Y ahora no somos nada. 
El tiempo y la distancia rompió lo que teníamos. 
El viento se lo llevó. Se lo llevó bien lejos. 
Y así nos dejo, tan cerca pero tan lejos. 

Tantas ganas de abrazarte como de matarte por dejarme sola. Por dejarme sola en mis abismos. Esos abismos de los que solo tu sabías sacarme. 

Tu sonrisa era la cuerda que se me sacaba de los hoyos. Eras la luz que iluminaba mi camino. 

Y aquí me has dejado. Sola. Sola en un mundo que me destruye, que me come.  

jueves, 25 de junio de 2015

26 de Junio. Una de la madrugada.

Estoy harta.
Harta de no ser feliz. Harta de sentirme perdida. Harta de no sentirme parte de nada. De estar fuera de lugar.
Estoy harta de muchas cosas, pero hay una que destaca. Estoy harta de no poder llorar.

Antes todas las noches, cuando sabía que todos estaban dormidos, simplemente explotaba. La almohada era mi confidente, el edredón mi tranquilizante. Simplemente me sentía segura ahi.

Ahora eso no pasa. Ahora simplemente dos lágrimas. Y ya. Ahí se acabó. Hasta que un día exploto, y ese día no se que pasará, no se que será de mi.


He estado cerca de explotar muchas veces. Y me doy miedo. Porque cuando llego a ese punto, vuelve la voz. La voz que cada vez que estoy cerca de un tren me dice "salta" o cuando estoy en una calle con tráfico me dice "Cruza. ¿Qué va a pasar? Ya no puedes estar peor." Esa maldita voz que me dice que hacer, cosas que me van a hacer bien.
Pero no quiero escucharla. Siempre la ignoro, tras un pequeño impulso que me lleva a hacer lo que dice.

¿Qué pasará el día que la haga caso? Ese día se acabará todo. Mi sufrimiento por sobrevivir en este mundo que no me quiere.


Quiero volver a lo de antes, a pequeñas explosiones. Pero que me dejaban disfrutar, aunque fuese unas horas, de una felicidad absoluta. Pero no, ya no hay de eso.

Ahora solo hay una cara sonriente que dice que esta bien, que todo genial. Pero en el fondo se le desgarra el corazón cada vez que miente. Porque quiere tener un confidente. Alguien que me cuide. Alguien con quien ser feliz.
Pero como explicar lo que me pasa. Como decirle a alguien que una voz te dice que te tires a las vías del tren cuando este venga.

Solo me queda la soledad. El sufrimiento y esa voz. Esa maldita voz que me jodió la vida desde el primer momento que pasé una cuchilla por mi piel. Haciéndola sangrar, haciendo salir un poco de ese dolor acumulado.

Oh. Esos si que eran buenos momentos. Dejar salir todo era tan fácil. Un solo corte, un solo desliz por mi piel, y la tensión se iba poco a poco.
Pero sacar esa tensión deja marca. Y no me puedo permitir que la gente vea que estoy mal. Que me quiero ir. Que no quiero seguir.

Pero tengo que seguir. Porque nunca me rindo. Bueno, eso cree la gente. Yo me rendí hace mucho. El día que supe que nunca volvería a ser feliz, feliz de verdad, y no una felicidad falsa en la que me hago creer que todo esta bien.
No me rindo más, porque por una vez, aunque solo sea una vez, quiero hacer algo mejor que ella.

Ya no es solo que no soy mejor en nada que nadie. Sino que nunca soy mejor en nada que ella. Ella siempre está cinco pasos por delante, burlándose de mi. Sabiendo que sufro. Pero ella parece disfrutar con eso.
Y vuelve la voz. Y me dice que en una cosa puedo ser mejor que ella, en admitir la derrota. Tan fácil como dar un paso al vacío, saltar al abismo, ahogar mis pulmones.
Pero tampoco en eso puedo ser mejor. No soy capaz de dar ese paso, de inhalar mi último aliento, porque me aferro a la vida con uñas y dientes, aún queriendo irme. Aún queriendo no volver.

viernes, 8 de mayo de 2015

Oscuridad

Estoy harta de fingir que estoy bien.
De poner una sonrisa cuando solo quiero romper a llorar.

Harta de preocuparme porque la gente que me importa este bien, y yo estar incluso peor.
Verles felices me hace feliz. Pero me acuerdo de que yo estoy mal, y me hundo aún más.

Querer gritar a los cuatro vientos lo que me pasa, pero callarme aún más.


Estoy harta de no confiar en nadie. De no contar mis cosas.
¿Por qué? Porque se que me van a fallar, aunque no sea así.
Demasiadas decepciones.
Demasiadas puñaladas traperas
Demasiado daño que no se puede arreglar.

Harta de llegar a ese punto en el que explotas.
Ese punto en el que solo quieres abandonar. Porque ya no ves ese rayo de esperanza para seguir tirando.

Es solo oscuridad.
La oscuridad más absoluta y yo.
Solas.
La peor combinación existente.
La soledad con la destrucción. De ahí solo puede salir una guerra.
Una guerra que solo una puede ganar.




lunes, 6 de abril de 2015

Sueños que se convierten en pesadillas

Cuando vives en una cuidad donde la mayoría de jóvenes son mexicanos o tienen raíces latinas, te sientes sola por ser blanca. 

Te discriminan por tu color de piel, por no ser latina como ellos. 

Esto lo tuve que vivir yo durante un año. Cuando me cambié de colegio. 
Estaba sola y esa discriminación no ayudaba. Los americanos te discriminaban por ser extrajera y los latinos por ser blanca. 

Los problemas con el idioma eran otra gran dificultad. 
No podía defenderme y tampoco nadie me defendía. 

Toda esa nueva experiencia, cruzar el charco, vivir sola en un país que no era el mio, era un sueño, el sueño de cualquier adolescente. 
Independizarte a los 16, irte a otro país y vivir el sueño americano. 

Más que un sueño era una pesadilla. Mi "madre" de acogida me maltrataba, me gritaba y me decía que volviese a casa, que ese no era mi lugar, que no conseguiría acabar el curso. 
No hacia amigos por esa discriminación y por el miedo que tenia a que me rechazasen las personas que se me acercaban. 
Todo esto me llevó a una depresión. Me discriminaban, me insultaban. 
Me hacían sentir que no valía nada.

sábado, 21 de marzo de 2015

Ilusiones

Sola.
Rota.
Hundida.

Me ilusioné, dejé que las sonrisas volviesen a mi cara.
¿Para qué? Para volver a romperme una vez más.

Pero hay pedazos que ya no vuelven a su sitio.
Hay días que no es que sea mejor no levantarse, es mejor no respirar e irte, irte lejos, a un sitio mejor.

sábado, 7 de marzo de 2015

Todo lo que se de mi ansiedad

Enamorarse es fácil. 
Más aun cuando llevas la vida que llevo yo. 
Rehuyo el amor, no me gusta, me hace daño. Dejo que todo me influya, por culpa de la ansiedad. 
No dejo que me conozcan, como soy en verdad. Y luego aparece un completo desconocido y se lo lleva todo. 
Todo menos la ansiedad. Esa nunca se irá. Siempre la llevaré conmigo. Es mi seña de identidad. 
Lo peor, es que una vez dejas a alguien entrar, no vuelven a salir. Por mucho que esa persona se haya ido. 
Vives anclada en el pasado mientras vives el presente. Sigues recordando cada detalle de cada persona que se fue, por mucho que haya dolido. Pero estas sola, no hay nadie contigo. Todos se acaban yendo porque no soportan tu forma de vida. Haces como que nada te importa, para que no noten que pasa de todo. 

Te ilusionas con nada, pero te rompes con todo. 

lunes, 23 de febrero de 2015

Simple y llanamente.

A veces pienso que todo lo que me pasa por la cabeza, mi estado de felicidad falso son cosas de mi mente. 
Que me obsesiono pensando que no estoy bien, que no soy feliz. ¿Pero es realidad o no? 
Me despierto sin ganas, hago mi día a día deseando que llegue el momento de poder meterme en la cama. 

Pero es dormir, y vuelven las pesadillas. Gritar, llorar y hacerme heridas. Así es como me despierto, con el cuerpo arañado, la cara empapada de una mezcla de sudor y lágrimas  y la garganta destrozada de gritar

Llevo así casi cuatro años, y parece que no tiene intención de cambiar. Cuando un día las pesadillas me dejan tranquila, esos pequeños días de relajación, me levanto distinta, como si algo no estuviese bien. Pero esos días estoy llena de energía, no tengo que fingir ser feliz, y poner una sonrisa falsa. 

Adoro esos pequeños días en los que la tormenta se disipa, y puedo estar tranquila cuando me pregunten cómo estoy y no tener que mentir. 
Porque se ha convertido en una parte de mi. Mentir para que no se preocupen, para que no piensen que me estoy volviendo loca con toda esta inestabilidad. 

Pero que le voy a hacer, me niego a ir a psicólogos o psiquiatras para que me manden pastillas para dormir y me traten como si estuviese loca y me mandasen hacer terapias estúpidas que no servirían para unas semanas o unos meses. 

23 de Febrero de 2015

Muchas veces pienso que lo se todo. Muchísimas más que no se nada.

No creo en mi misma, porque nunca me he demostrado que valgo la pena.
Posiblemente se deba a que no dejo de cometer errores. Uno tras otro.
Pero lo peor no es eso, lo peor es que hago daño a otras personas. Hacerme daño a mi me da igual, ya me he acostumbrado, pero a otra persona... No, me hunde.


Hace apenas una semana, hice daño a alguien importante. No puedo asegurar que le quisiese como el me quería a mi. Era una relación que nos hacía daño a los dos. Éramos tan incompatibles que nos engañábamos a nosotros mismos para esconderlo.


¿Y ahora qué? Estoy jugando conmigo misma. Dejándome enamorar por alguien que no se fija ni en mi.
¿Enamorar? Tampoco es eso, pero ocupa gran parte de mis pensamientos. Y eso que habremos cruzado dos frases.
Pero es tan diferente a todo lo que me rodea.
Es la chispa que prende la yesca.
Una yesca seca y podrida. Que no sirve para nada. Que me da náuseas.
Por eso me he fijado en el, porque es como yo.
Es un inadaptado. Como yo.


36 preguntas. 
36 preguntas para enamorarte.
Me parecía una tontería, Hasta que las hice con mi mejor amigo. Y es cuando te das cuenta de que no sabes nada sobre alguien, ni de ti mismo.

Ojala lo pudiese hacer con todas las personas cercanas a mi. 36 preguntas y aprendes todo sobre una persona.Sabes cosas que antes no sabías. Cosas que no querías saber.