miércoles, 24 de mayo de 2017

Carta número 5. Estimada hermana mediana

Estimada hermana mediana:

Esta posiblemente sea una de las cartas más difíciles de escribir, así que voy a seguir la línea de nuestros mensajes por Whatsapp.


Estimada hermana

Hace mucho que no tengo prontas suyas, pero seguro que todo está bien en la capital.

En esta carta quería hablarla de muchas cosas. Sé que nunca nos hemos llevado bien al 100%, pero es algo bastante común entre hermanos, aunque a padre y madre no les guste.

Recuerdo las horas que nos pasabamos jugando de pequeñas. Como siempre nos defendiamos la una a la otra, aún cuando no sabíamos hablar.

Recuerdo todos esos días cuando volvía de la escuela, saludaba a Padre e iba a su cuarto, y nos tumbabamos juntas en la cama hasta la hora de comer, y después volvíamos a su cuarto.
Recuerdo como siempre estabas ahí cuando tenía un mal día y sin saberlo, lo alegraba.

Pero también recuerdo como me fue apartando de su vida cuando conoció al señorito Javi. Y por mucho que me doliese haberla perdido, estoy tan feliz de que haya encontrado a alguien que la haga feliz, porque se merece eso y más.
También recuerdo las noches que iba a su cuarto porque estaba llorando, y aunque no supiese el porque, me quedaba con usted hasta que estuviese tranquila o se quedase dormida en mis brazos. Pero cuando la situación es al revés, no estabas. Recuerdo las noches que me he pasado llorando y aún sabiendolo, no venia a estar conmigo.
Recuerdo el día que supo que el señorito Victor y yo ya no estábamos juntos y me dijo, cuando llegues a casa te voy a achuchar hasta que se te vaya la pena, y eso nunca ocurrió.

Pero no quiero echarle cosas en cara, quiero agradecerla por todo lo bueno que ha hecho por mi.
Por como me ayudó con los estudios, como me aconsejó que no tirase la toalla con ninguna asignatura, aunque luego saliese mal. Pero estuvo ahí, porque sabía que era capaz y me ayudó a conseguirlo.

Por todos esos ataques de risa que nos dan juntas, incluso a través de las paredes de nuestros cuartos o incluso a través de la pantalla del móvil, estando en países distintos.


Doy gracias a Padre y Madre por haberme dado una hermana como usted, porque no podría haber encontrado a alguien mejor, aun con nuestros altibajos y peleas, sé que si la necesito, va a estar ahí para darme consejo e intentar ayudarme.



Gracias hermana mediana.

La quiere su hermana que la extraña

martes, 23 de mayo de 2017

Carta número 4. Queridos Papá y Mamá

Queridos Papá y Mamá:


No se ni como empezar vuestra carta, porque hay demasiadas cosas que me gustaría deciros y se que el desorden que va a tener no os va a gustar, pero allá vamos.


Papá, de pequeña siempre me decías "Quien bien te quiere te hará llorar", y eso a lo largo de los años me he dado cuenta de que no es verdad. Quien te quiere no te hace llorar, te hace reír, sonreír, estar feliz o como mucho, llorar de la risa. Quien te quiere no te hace llorar, quien te hace llorar no merece la pena.

También me decías "primero los estudios y después jugar", y gracias por eso. Siempre fuiste muy duro con nosotras, con nuestras notas en el colegio, instituto y universidad. Pero gracias a ello, yo misma me exijo muchísimo. No me conformo con cualquier cosa y lucho por mis sueños como si no hubiese mañana.
Has hecho todo lo que ha estado en tu mano para que podamos hacer lo que de verdad nos gusta, como pagarnos estancias en el extranjero para que podamos aprender idiomas y disfrutar de los mejores años de nuestra vida, como tu los llamas.

Mamá, que te puedo decir que no sepas ya. A veces es muy difícil contigo, porque tenemos formas de ser tan diferentes. Discutimos, peleamos y tu nunca te enfadas. Y eso es lo que más me gusta de ti y como me gustaría ser. Tienes todos tus ideales bien claros, aunque muchos no los compartamos. Eres tan fuerte, tan decidida y tan altruista. Eres lo mejor que me ha pasado, la mejor madre que podría tener. Siempre nos pones a todos por delante de ti. Paras cualquier cosa que estés haciendo, por mucho que quieras hacerlo o necesites hacer lo que estés haciendo, por tu familia. Porque eres una mamá oso y eso es algo que he heredado de ti.
Muchas veces no te demostramos lo que te queremos, lo agradecidas que estamos por todo lo que has hecho por nosotras y lo que harías.



Se que no os lo digo mucho, pero gracias.


Os quiere, muchísimo

Andrea

domingo, 21 de mayo de 2017

Carta número 3. Estimada Paula

Estimada Paula.

Este año no ha sido fácil para nosotras, para nuestra amistad. Las dos hemos pasado cosas muy diferentes, pero duras, muy duras.

Hace poco hablamos de todo esto, de lo que te molestaba, de como te sentias, de como te has sentido, de como has pasado todo esto.

Una de ellas, era que cuando nos habíamos vuelto a unir como al principio, yo me había vuelto a ir. Esta vez no tan lejos, pero me había vuelto a ir. Se que para vosotros es muy duro verme hacer la maleta y largarme, dejaros en casa.

Pero, ¿os habeis parado a pensar como me siento yo? ¿Por qué me voy? No, ¿verdad?
Te voy a explicar brevemente porque me voy: me voy porque necesito huir, necesito alejarme de esa ciudad que sabeís todos cuanto odio. Necesito estar sola para ordenar mis cosas, mi mente, mi vida en general. Y claro que yo también lo paso mal. Cojo mis cosas y me voy, sin fecha de vuelta. Dejo a todos lo que me importais detrás y me voy.
Hay dias que necesito un abrazo, una sonrisa, un apretón en el brazo y que me digaís que todo va a estar bien. Pero no, yo este donde esté estoy sola, no os tengo conmigo. Me voy a una ciudad o un país que no conozco, donde no conozco a nadie.


Ahora, hablemos de porque me alejé tanto de ti. Bueno, no solo de ti, de casi todo el mundo. Aunque de ti fue de quien más me alejé, y es de lo que más me arrepiento.


Sabes cuanta gente he perdido este año, cuanta gente me ha dado de lado, cuanta gente a decidido odiarme por algo que ni si quiera he hecho.
Sentía que me estaba quedando atrás, estancada. Os veía a todos avanzar, conocer gente nueva, conseguir poco a poco vuestros sueños, solucionando vuestros problemas, luchando contra vuestros demonios.
Y ahí estaba yo, sola contra mis demonios de los que tanto miedo tenia de hablar. No era capaz de ir a por mis sueños porque ni si quiera sabía cuales eran. Mis problemas seguían ahí y haciéndose más grandes. Sentía que ya no me queríais ahí, que os habiais cansado de mi y de mis bajones sin sentido.
Sentía que molestaba, que incordiaba. Por eso me alejé, por eso os eché de mi vida.



Estimada Paula. Lo eres todo para mi.

sábado, 20 de mayo de 2017

Carta número 2. Estimado ex

Estimado ex.

Estimado, por decir algo, por no ser respetuosa, como tu lo fuiste conmigo.

Apareciste en mi vida no sabemos como. Bueno, tu si. Tu mejor amigo nos quería presentar.
La primera vez que nos vimos fue en un concierto. Bueno, yo no te vi, pero por lo visto tu a mi si. Porque yo era la novia de uno de los cantantes del grupo, pero antes de eso te fijaste en mi. La loca del pelo rojo que iba por ahí haciendo el tonto. Y se lo dijiste a tu mejor amigo, que es un amigo en común. Y el se encargó de presentarnos.

De ahí, empezamos a hablar y a quedar, y se podría decir que la magia surgió. Me diste todo lo que mi ex no me dio, tiempo para nosotros.

Todo parecía normal, especial.


Parecía que volvia a recuperar mi sonrisa, mi felicidad.

Pero luego todo cambio.
Estimado Ex, ¿Por qué? ¿Por qué me hiciste todo lo que me hiciste? Me destrozaste como persona, me anulaste, me rompiste en mil millones de pedazos.

Pero esta carta no es para echarte cosas en cara ni culpalte de todo lo que hiciste. Esta carta es para darte las gracias. Al principio, cuando decidí dedicarte una de estas cartas, no sabía muy bien porque, pero ahora si.

Si tu no hubieses entrado en mi vida, no sería quien soy ahora. Gracias a ti, se lo que valgo. Lo que puedo llegar a hacer y conseguir. Sé que nadie, repito nadie, me va a volver a hacer lo que me hiciste. Gracias por hacerme crecer como he crecido. Ahora se que con mis casi 21 años, puedo actuar como una niña de 5 y ser feliz. Que salga esa sonrisa torcida mia que tanto te encantaba.

Ahora, dos años más tarde me has visto, y has visto lo feliz que soy, de como estoy rodeada de la gente que me quiere, esa gente que se alejó de mi lado por tu culpa. Gracias a ti, se quien merece la pena, quien se ha ganado el cielo.


Gracias por hacerme aprender todo lo que he aprendido y espero no volver a verte.

viernes, 19 de mayo de 2017

Carta número 1. Querida mejor amiga

Querida mejor amiga:

Queridas mejores amigas:

Esta es la primera carta de todas las que quiero escribir. No os asustéis, esto no es una carta de despedida, ni de suicido. Ninguna de las que voy a escribir lo es. Solo quiero escribir porque estoy agradecida de teneros a todos vosotros en mi vida, o por haber estado en algún momento.


Hace mucho tiempo que nos conocemos o no. Hay gente que entra de repente en tu vida y se convierte en tu todo. Te demuestra que están ahí y que no se van a ir en ningún momento.


Vosotras. 4 personas que están ahí, entre 19 y 1 año.

Habéis estado ahí cuando he sido la persona más feliz del mundo, cuando todo iba perfectamente, cuando mis ganas de comerme el mundo me hacían comérmelo de verdad, conseguir todo lo que me proponía.

Me visteis caer, me vistes llorar por suspender bachillerato, por tener que ir a septiembre y jugarme el culo en los exámenes. Habéis estado ahí, diciéndome que puedo hacerlo, que me lo voy a sacar, y cuando eso por fin ocurrió, estabais más felices que yo, y podía ver en vuestros ojos lo mucho que os alegrabais por mi, en como confiabaís en mi cuando yo no lo hacía. Os vi brillar de orgullo cuando me gradué y cuando me saqué la selectividad.


Me visteis irme una vez más, hacer la maleta y decir adiós. Irme a la aventura, a conocer gente. Y visteis como nunca había sido tan feliz, tan libre. Pero también me visteis caer una vez más, y os sentasteis a mi lado y esperasteis a que estuviese lista para levantarme y volver a ser feliz.


Quería daros las gracias por todo lo que habeís hecho por mi, sin pedirlo. Por aguantar mis tonterias y hacerlas conmigo. Por decirme que enamoro cuando soy yo misma, cuando pierdo la vergüenza y me atrevo a hacer lo que sea que me propongaís.

Gracias por todo, por ser mi todo.


Os quiere
Laguito.

jueves, 11 de mayo de 2017

Me acostumbré a tenerte siempre.
Me acostumbré a los buenos días preciosa, a los que tal tu día, a tu buenas noches. A tener siempre un mensaje tuyo. A qué me contases tus problemas, tus alegrías. Las cosas que te hacen feliz.  A tus fotos de chuches y nuestros juegos pervertidos.
Me acostumbré a estar en tus brazos, a tenerte en los míos. A las miradas que decía de todo sin articular palabra.

Me encariñe, joder que si me encariñe, por mucho que me dijesen que no lo hiciese.

Apareciste de repente, sin saberlo ninguno de los dos. Y desde el minuto uno me encariñe. Por como me hacías sentir. Porque sentía que a tu lado nada malo podría pasarme. Porque por muy mal que estuviese siempre me sacabas una sonrisa. Sin saberlo, hacías que mis lágrimas desapareciesen.

Pero como podía esperar, que una amistad a distancia aguantase. Un par de polvos y todo se fue a la mierda.

Aún recuerdo el mensaje que me mandaste, diciéndome que siempre estarías ahí. Que un polvo entre nosotros no cambiaría nada. Que esperarías a mi lado hasta que me durmiese para ahuyentar a mis demonios.

Y yo me creí todas y cada una de tus palabras.

Aún te sigo extrañando. Aún se me acelera el corazón cuando me llega un mensaje, pensado que serías tú. Aún tengo ganas de hablarte, de intentar no perderte. Pero se que así solo me haría más daño, aún más.

Hice ruido cuando me quería quedar pero ahora solo me queda irme, en silencio.

Gracias por todo precioso. Gracias por hacer de este tiempo el mejor de mi vida.

viernes, 5 de mayo de 2017

Lo siento

Lo siento.

Lo siento por haber hecho bromas sobre algo que no debería. Lo siento por haber dicho que me iba con otro, cuando desde lo más dentro de mi quería gritar que solo te quiero a ti.

Lo siento por haberme cerrado en mi misma. Otra vez. Sabiendo que siempre vas a estar ahí, pase lo que pase. Que no me vas a juzgar, ninguna de mis manías destructivas. Ninguna de mis acciones.

Lo siento por ser esa zorra depresiva que se tira al primero que pasa. Lo siento por haberte dado esa impresión, porque esa no soy yo, por lo menos una zorra que se acuesta con el primero que pasa. Depresiva si soy, y lucho contra ello cada día.

Lo siento por haber esperado algo que nadie puede dar. Porque cuando siento algo, lo siento al 100%. Porque desgraciadamente espero todo de todos.

Lo siento por haberte echado de mi vida. Por no haberte dejado ayudarme. Por haberte dado la impresión de que necesitaba estar sola. Lo siento por no haber pedido tu ayuda, pero si tengo que pedir algo, no lo quiero.

Por eso os he perdido.

Pero por algo que nunca voy a pedir perdón es por ser esa loca libre, esa loca incontrolable con un genio de mil demonios. Por mis altibajos, por mis berrinches, por mis risas que hacen que la gente me mire raro. Por mis lágrimas y mis gritos.

Lo siento por ser quién soy y no quien esperabas.

miércoles, 3 de mayo de 2017

Escucha mi puta voz

No quieres escuchar mi voz porque sabes lo que ello conlleva.


Recordarías mis gemidos, mis te odio, mis joder y todas las obscenidades que salían de mi boca mientras me hacías llegar a lo más alto. Recordarías como se me cortaba la voz. Como mis palabras pasaban a gemidos cada vez que me follabas un poco más. Recordarías como me faltaba el aliento.



Recordarías como marque todo tu cuerpo a besos. Cómo acaricie cada centímetro de tu ser. Como mordía tu cuello y como eso te hacía estremecer. Cómo se movían mis caderas. Cómo tus ojos se ponían en blanco de placer. Cómo te excitaba que te gimiese al oído y como hacia que eso me excitase incluso más.
Recordarías los infinitos polvos, los revolcones entre las sábanas. Las sonrisas escondidas tras mi pelo. Recordarías como hasta en esos momentos mi mirada era adorable. Recordarías como me sonrojaba cuando me decías que era una pervertida de mente sucia.
Recordarías como mi espalda se curvaba cuando me tirabas del pelo y yo me calentaba un poco más.

Recordarías como me temblaba el cuerpo cada vez que llegaba al éxtasis.
Recordarías como te desplomabas sobre mi al acabar.


Recordarías como te acurrucabas en mis brazos. Como te acariciaba el pelo de esa forma que tanto te gustaba. Como te abrazabas a mi para que no me fuese a ningún sitio.

Recordarías como agarrabas mi culo cuando ponía el pantalón. Y recordarías lo que te ponía saber que no llevaba ropa interior.

Recordarías todas esas miradas pervertidas delante de nuestros amigos. Recordarías como me subía un poco más el vestido para que vieses, que una vez más no llevaba bragas. Por comodidad y para calentarte y que durmieses pensando en mi y en lo que me harías.



No quieres escuchar mi voz porque querrías volver a hacerme gemir como lo hiciste antes.