26 de Enero 2016

Puta.

Gorda.

Zorra.

Todo eso y más por algo que a nadie le incumbe.

Todo eso y más por un error.

Todo eso y más por algo de lo que no tienen ni idea.

No saben como es mi vida y mucho  menos lo que pasa en ella.

No saben que para estar bien tengo que beber. Tengo que estar borracha.

No saben que para disfrutar de eso, tengo que estar hasta el culo.

No saben lo que pasó en mi pasado, no saben porque cualquier movimiento brusco me da miedo. No saben que me maltrataron. No saben que me violaron. No saben que no soy capaz de dejar que nadie me toque sin estremecerme. No saben que nos soy capaz de acostarme con nadie si no estoy hasta el culo. No saben todas las cosas que ya no soy capaz de hacer sin estar hasta el culo. No saben que me duermo todos los días ahogada en mis lágrimas y que me despierto bañadas en ellas. No saben que la única forma que tengo de sentir algo es haciéndome daño. No saben porque nunca enseño mis piernas o mis brazos. No saben queme avergüenzo de todas esas líneas blanquecinas que recorren mi cuerpo. Brazos, piernas, pies, estómago, espalda. No saben lo que me cuesta dormir y no pensar “Ojalá esta noche dejase de respirar”. No saben lo que me cuesta levantarme por la mañana y no pensar “Otro días más de mierda”. No saben lo que me cuesta hacer las cosas que antes amaba. No saben el porqué de mis ojeras. No saben el porque de mi piel pálida. No saben nada.

No saben nada pero hablan. Y hablan, y más gente lo escucha. Y esa gente habla. Y luego todo eso se vuelve contra mi. Y todo lo dicho antes se multiplica y me hacen la existencia aun más complicada.

No saben nada y poco a poco me hunden un poco más en este pozo de mierda.