Ves las horas pasar en el reloj. Las 2, las 3, las 4...
Pasas la noche dando vueltas en la cama. Dando vueltas por la casa. Te falta vestirte y salir a la calle a dar vueltas por ahí esperando a que el sueño llegue.
15 días. 15 días faltan.
Posiblemente es de las pocas veces que quieres que el tiempo pase más deprisa. Que esos quince días se conviertan en diez, en cinco, en uno, en ninguno.
Que esos quince días pasen y me vaya. Me largue de este sitio de mierda en el que no encajas. En el que hace tiempo que ya no eres feliz.
En estos últimos años, la vida me ha tratado a patadas y guantazos. Me ha cambiado y me ha hecho ser alguien a quien apenas reconozco.
Es hora de irse y no volver en un tiempo. Es hora de irse y encontrarme a mi misma. No volver a ser la de antes, sino alguien nuevo y mejor. Alguien con ganas de disfrutar, aprender y conocer.
Y quien sabe, puede que vaya siendo hora de conocer a alguien nuevo. Ya va siendo hora de dejarme llevar y disfrutar.
Es hora de decir adiós y
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